Mañana se cumplirán nueve años de los brutales atentados contra las torres gemelas WTC de Nueva York. Pasan los años y en nuestras mentes y retina, siguen intactos aquellos momentos porque al menos aquí, en España, nos cogió a todos en la sobremesa, justo cuando están todos los telediarios ofreciendo las noticias.Aquel día, recuerdo que estábamos terminando de comer, cuando de repente sale la imagen de una de las torres con un incendio. Me acuerdo de la reacción de ¡alaaaa.. se está quemando una de las torres gemelas!!, entonces nos pusimos a ver lo que había pasado. Lógicamente en cuanto veías aquel incendio en directo no dejabas de mirar el monitor.
De repente, recuerdo que vemos como llega el segundo avión y se estrella contra la otra torre. Aquella imagen no la olvidaré jamás, me quedé de piedra, no sabíamos ni lo que decir. Instantáneamente se me puso un nudo en la garganta, me quedé a cuadros, sobre todo porque es lo que menos te esperas y claro, con el "supuesto" incendio primero es inimaginable que fuera un atentado, además de que al verlo en directo la información no había llegado todavía.
Además de que tampoco se había visto nunca un atentado así, estrellándose un avión.
Ya no pudimos separarnos del televisor, por un lado era incredulidad ante lo que habíamos visto, no nos lo podíamos creer y por otro lado, imaginar lo que allí estaba pasando.
Estábamos viendo y escuchando las últimas noticias de lo que había ocurrido cuando se cae la primera torre, creo que lo mismo que sentimos en mi familia lo sintió el mundo entero. Esa sensación de impotencia, incredulidad, pena, horror, desastre.. es inexplicable. Después cayó la otra torre y ya todos supimos la magnitud de aquello. ¿Cuanta gente habría atrapada allí? era increíble.
Para postre y al mismo tiempo llegan las noticias del otro avión en el Pentágono y otro más. No sabíamos lo que pensar, me parece que al mundo entero se le pasó por la cabeza que aquello era "la nueva guerra" por la magnitud de lo que estaba pasando.
A todas esas imágenes siguieron las de las víctimas, aquellas personas que se tiraban desde las torres, esas últimas llamadas de teléfono despidiéndose y todo lo que aquel día ocurrió.
No hace falta decir mucho más, pero como ocurre en otros casos fuertes e históricos como: el Holocausto nazi, el 11 de marzo en Madrid y 11 de septiembre en Nueva York, entre otros muchos de la historia, es que hay que seguir recordándolos, no hay que olvidarlos, años tras año, por muchos que pasen... es el único homenaje que le podemos hacer a todas esas víctimas inocentes.
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